Cada cierto tiempo aparece en los medios un individuo que ha decidido hacer un experimento artístico encerrándose en una urna de cristal, permitiendo así que el público vea lo que hace durante las 24 horas del día. Pónganse como ejemplos el proyecto "I Did Not Know" de Maja Bajevic y Emanuel Licha o la artista loca que no duerme en una galería de arte en un capítulo de Sex & The City.
Ver a alguien rascándose el ombligo o ser testigo de su proceso digestivo de principio a fin no tendría más interés si...
1. esta propuesta no se escudara en la exploración de los límites de lo privado y lo público, que tanto gusta a los posmodernos o modernos sin más.
2. no fuéramos unos morbosos innatos (la curiosidad ilimitada hacia el otro debe de ser parte de nuestra carga genética).
El hecho es que una marca de cosméticos japonesa ha decidido hacer suyo este experimento y publicitar un nuevo desodorante que inhibe el mal olor durante 24 horas, metiendo a las integrantes del grupo Vanilla Beans en un camión acristalado que iba recorriendo las calles de Tokio durante un día entero. Transcurrido ese tiempo se olieron los sobaquitos (desconozco si cada una los suyos propios o la una a la otra) para ver si seguían tan impolutos como al principio o es que, por lo contrario, la descomposición bacteriológica había seguido su curso natural. (Espero que la efectividad del desodorante fuese inversamente proporcional a la calidad de sus canciones.)
Me encontré el camión por casualidad y de aquí mi decepción al ver que las Vanilla Beans no eran nada más que unas maniquís de PVC.... ¿O es que quizás decidieron emular en sentido contrario a la protagonista de Air Dolls y convertirse en muñecas hinchables como protesta a este apestoso encierro?
No hay comentarios:
Publicar un comentario