Tras meses de silencio, Tokyotic vuelve para mostrar las cosas interesantes que suceden en la capital japonesa, no sin antes mencionar lo acontecido el 11 de marzo. Esta ciudad, de naturaleza inmortal, ha resurgido de las cenizas cual ave fénix. Pero las llamas que ardieron fueron únicamente mediáticas y psicológicas, por el miedo a nuevos terremotos y un peligro nuclear más propios de una película yankee de serie B de los años cincuenta o de un remake malo de Godzilla, y que hicieron, en su momento, más daño al país del que habría provocado el monstruo japonés si hubiese decidido darse un paseo por la ciudad.
Si es cierto que fue un poco extraño ver Tokio sin sus luces de neón y sus odiadas añoradas aglomeraciones, más extraño resultó estar en medio del pánico social orquestado por los medios extranjeros y que difería enormemente de la realidad que estábamos viviendo. Ciertamente ha sido una primavera extraña, pero sobre todo han sido unos meses de una tristeza indescriptible. Mientras los cerezos florecían en toda su plenitud durante su único momento de lujuria del año, el drama de los muertos, desapariciones y damnificados por el terremoto y tsunami en Tohoku, en el norte del país, seguía transmitiéndose a diario a través de nuestros televisores. Esta ha sido y es, sin duda, la verdadera tragedia de Japón.
Parte I:
Parte II:
Parte III:
Pero ni en estos momentos difíciles la creatividad japonesa ha decaído.
He aquí un vídeo que ilustra el problema de la central nuclear de Fukushima.
¿Love Parade? No, una manifestación en contra de las centrales nucleares. :)
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